VIVIDO EN MIS CARNES DE 1ª MANO
Hace tiempo que quería escribir este artículo, hubiese preferido hacerlo en otro momento, no estoy en mi mejor época, pero bueno es lo que hay. El tema no es la primera vez que lo toco, aunque ahora será mas extenso y visto en primera persona, visto y sufrido, fuero 120 horas para comprobar lo que ya sospechaba.
Hace un tiempo, no hace falta saber cuanto, por una infracción de trafico, tuve que cumplir 120 horas de trabajos sociales, en el juzgado me dieron la posibilidad de elegir en donde cumplirlas, y como no disponía de carné ni de vehículo, elegí la mas cercana a mi casa, aunque no me gustase mucho en que consistía.
La cuestión es clara, no soporto a los moros, supongo que algunos serán buenas personas, yo aun no he encontrado a ninguno y viendo lo que vi y sufrí en mis carnes, me reafirmo en mi opinión. La cuestión es la siguiente, el trabajo social al que fui condenado consistía en prestar servicio en una casa de acogida para inmigrantes ilegales menores de edad, todos musulmanes, que casualidad.
No nos salgamos del tema, empece con ganas, quería estar ocupado para que el tiempo pasase mas rápido. Me dieron las pautas y normas a seguir, el cometido que debía realizar y unos consejos de comportamiento para evitar problemas con los residentes, unos niños algo conflictivos según el cuidador, pero buena gente, me recalco.
Yo he conocido a gente buena y que cree en la integración y en las personas, pero nunca a nadie como este cuidador. Llamar buena gente a unos niñatos, antisociales, cerdos, agresivos, drogadictos, ladrones, sin educación, sin atender las mas simples normas de convivencia y con una única lección bien aprendida, " soy menor, inmigrante y si me tocas o me gritas, o si me sale de los cojones, te denuncio por racista, xenofobo, por agredirme o lo que me parezca, tengo por ley todas las de ganar así que te jodes español de mierda que aquí mando yo".
Esta era la frase mas usada por eso buenos y pobres muchachos, la repetían hasta la saciedad, joder no se cansaban nunca. Voy a relatar por encima cual eran mis obligaciones, consistían entre otras en la limpieza y recogida de la cocina, limpiar servicios y duchas, poner lavadoras y recoger y tender la ropa, fregar suelos y demás tareas del hogar, vamos una chacha de toda la vida.
La cuestión era muy simple, Diputación era la encargada de gestionar la casa y se abastecía de los condenados a trabajos sociales para ahorrarse una pasta y el contratar a gente. No es mal plan si verdaderamente lo aprovechasen los internos. No era así mas bien lo contrario, se dedicaban a vaguear, asaltar, agredir, insultar y robar a todo el que podían, pobres angelitos. Menudos hijos de puta.
Bueno al tema que se me enciende la sangre, aguante lo que no esta escrito, insultos de todo tipo, que me tirasen con vasos de café, escupiesen, amenazas e incluso un par de intentos de agresión, sin contar las innumerables veces que intentaron robarme o venderme algo robado. Luego por el día, yo tenia turno de noche, por eso no sufrí tanto, algo dormían los niños, salían al cole, los que iban después de conseguir levantar los de la cama. Mientras yo descansaba en mi casita y me preparaba para otra noche de sufrimiento. esperando terminar cuanto antes las 120 putas horas mas largas de mi vida.
Viendo como se malgasta el dinero publico, en gentuza racista, mala, sin educación y muy desagradecida, con el único objetivo de sangrar y conseguir todos los beneficios posibles, quitándose los a gente nacional verdaderamente necesitada. Pero como les dije a dos de los que intentaron agredirme y a varios de los que me tiraban con objetos varios, el mundo es pequeño y Santander mas, en unos días acabo la condena y ya nos veremos.
Lo cierto es que no soy agresivo, soy bastante pacifico, pero no soy el santo Job, y todos tenemos un limite, así que me preocupe por enterarme por donde salían de paseo estos angelitos en sus días libres, para darles recuerdos y agradecerles el trato recibido durante las horas pasadas con ellos, limpiando sus excrementos y orines ya que parece que alguno no sabia para que son las tazas del retrete, lavando su ropa asquerosa y sus sabanas meadas, recogiendo los kilos de comida tirada por el suelo, cuando no les gustaba y aguantando sus insultos e improperios.
Una vez enterado de sus hábitos y horarios de salida, me presente en un parque donde estos valientes hijos del islam pasaban sus ratos libres, el primer día solo estaban tres, los cuales muy valientes ellos salieron corriendo nada mas verme sin darme tiempo a agradecerles sus modales para conmigo.
La verdad no pensaba volver al comprobar cuan valientes son, es ironía por si alguien no lo entiende, pero como ya he dicho antes el mundo es pequeño y Santander mas, así que casualidades de la vida, me encontré con un colega al que hacia mucho no veía y hablando un poco, resulto que también cumplia condena en la misma casa de acogida donde lo hice yo. Y comprobamos que estaba pasando por lo mismo, así que decidimos quedar un día después del termino de su condena para entre los dos agradecer a los moritos su amabilidad.
Otra sorpresa, esta vez en el parque estaban unos 15 o 20 moritos, fumando sus cositas, dándole a la litrona, menos mal que su religión prohíbe el alcohol y esnifando pegamento, por lo que ante la superioridad numérica y el efecto del alcohol y las drogas, esta vez no salieron huyendo y se encararon, con lo que creímos que habría pelea. Para lo que mi colega y yo juntamos espaldas y nos preparamos a repartir. Pero cual fue nuestra sorpresa al soltar los dos primeros puñetazos contra tres moros, los demás al ver como cayeron sangrando y gritando, decidieron muy valientemente, en salir corriendo dejando a sus amigos tirados en el suelo a nuestra merced.
Tanto mi colega como yo no somos ni agresivos ni aprovechados, por lo que decidimos dejarles allí tirados, no sin antes advertirles de que por su bien no denunciasen por lo que les pudiera caer a ellos. Cosa que aun hoy no han hecho. Viendo la valentía de esos moros, sus malas artes y demás pruebas no entiendo como aun hoy alguien puede defender los, son escoria cobarde, ladrona y muy racista.
Me despido sin mas, ya basta de tonterías y mantener gentuza con nuestro dinero. VIVA ESPAÑA Y LOS ESPAÑOLES, MUERTE AL INFIEL, SANGRE Y FUEGO PARA LIMPIAR ESPAÑA.
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